¡Jugador de Rainbow Six Siege condenado por impactante delito!

Yanni Ouahioune, un jugador de 22 años de Rainbow Six Siege, ha sido condenado a tres años de servicio comunitario por sus acciones destructivas en las oficinas de Ubisoft Montreal en noviembre de 2020. Su delito, conocido como «aplastar», implica hacer llamadas falsas a los servicios de emergencia para que envíen a las autoridades armadas a un lugar específico. Lamentablemente, estas acciones han resultado en la pérdida de vidas humanas.

El delito y la condena de Ouahioune

Ouahioune, en un intento de venganza después de ser prohibido de jugar Rainbow Six Siege, hizo una falsa afirmación de que se habían tomado rehenes en las oficinas de Ubisoft Montreal el 13 de noviembre de 2020. Como resultado de esta llamada engañosa, el edificio fue evacuado y se enviaron oficiales armados al lugar, solo para descubrir que todo era una mentira.

Por su delito, Ouahioune ha sido condenado a tres años de servicio comunitario, durante los cuales deberá cumplir varias condiciones impuestas por el tribunal. Además de su servicio comunitario, se le requerirá que compense a las víctimas, reciba tratamiento para abordar problemas de salud mental y trabaje o reciba capacitación.

El impacto en Ubisoft y la respuesta de la empresa

La noticia del castigo impuesto a Ouahioune ha sido ampliamente difundida a través de medios como La Gaceta de Montreal. Sin embargo, Ubisoft ha optado por no hacer comentarios adicionales sobre el incidente, citando el respeto a sus empleados afectados por la falsa alarma de toma de rehenes en su estudio de Montreal. En un comunicado a Polygon, un portavoz de Ubisoft afirmó que la empresa estaba comprometida en representar los intereses de sus empleados afectados.

Si bien Ouahioune expresó su deseo de que su cuenta de Rainbow Six Siege fuera «desbloqueada», Ubisoft no ha respondido públicamente a esta solicitud. Las motivaciones detrás de su acción, aparentemente relacionadas con su inversión económica en cosméticos dentro del juego, han dejado en claro que los actos de venganza no son aceptables y pueden tener consecuencias legales graves.

En resumen, Yanni Ouahioune ha sido condenado a tres años de servicio comunitario por su acto de «aplastar» las oficinas de Ubisoft Montreal. Este caso destaca la importancia de tomar en serio las falsas alarmas y subraya las graves consecuencias que pueden tener los actos de venganza. Además, muestra cómo las empresas deben proteger los intereses de sus empleados afectados y tomar medidas enérgicas contra tales incidentes para garantizar un entorno de trabajo seguro.